Publicado: 2016-08-23 02:40 / Visitas: 554

                                                                                             Por José Gregorio Gómez (*)

Ya todos sabemos cómo se comporta Maduro cuando se ve perdido. Amenaza, pretende transfigurarse en la imagen del terror, se le nota que por las noches alucina con la posesión del poder absoluto como si fuera un rey de la Francia pre revolucionaria. Así es él, ya no sorprende. El último aspaviento fue cuando compartió la presidencia de la República con Padrino López. Pero faltaba la guinda del pastel.

Tal como lo hizo antes de las elecciones del 6 de Diciembre de 2016, cuando advirtió que llamaría a una alianza cívico-militar si la oposición ganaba los comicios, o que tomaría un fúsil si la OEA aplicaba la Carta Democrática al gobierno de Venezuela; ahora dijo que “Erdogan se va a quedar como un niño de pecho para lo que va a hacer la Revolución Bolivariana si la derecha pasa la frontera del golpismo otra vez”.

Palabras de un bravucón. Por qué mejor no trata de parecerse a los presidentes de Alemania, Hungría, Francia, Gran Bretaña, Japón, que tienen bajos índices de inflación, por hablar de un solo indicador.

No, el flamante mandatario nacional se compara con Erdogan, el presidente de Turquía, quien después que le intentaron dar un golpe de estado ya acumula una larga lista de atropellos a los derechos humanos, como la aprehensión de por lo menos 58 mil personas, tan sólo por las investigaciones. El despido de cerca de 80 mil ciudadanos, entre ellos militares, policías, profesores, decanos, jueces, empresarios, y el cierre de más de cien medios de comunicación.

¡Qué belleza!, y no contento con eso, retó a la OEA y al bendito “imperialismo”.

Todo esto porque sabe la avalancha que se le viene el primero de septiembre, que será un plebiscito adelantado, igual que lo será la recolección del veinte por ciento de las firmas para solicitar el Referendo Revocatorio.

Este individuo, que se sabe perdedor, desperdicia horas de televisión, y las horas de las decenas de funcionarios públicos a los que se les paga un sueldo solo para que vayan a aplaudirlo en sus desenfrenadas alocuciones.

Maduro debería leer los periódicos y ver los noticieros, o mejor, que revise twitter, para que vea la verdadera cara del terror, la que ven los venezolanos azotados por la delincuencia, la pobreza y el hambre. Problemas  para los que él y su desgobierno no tienen solución.

¿Qué más nos querrá quitar?, ¿La dignidad? Él sabe que no puede. Porque es la dignidad, la decencia y nuestro espíritu democrático lo que nos moviliza y que nos mantiene en pie de lucha ante sus absurdas y desquiciadas pretensiones dictatoriales.

 (*) Presidente del Concejo Municipal de Mariño, Coordinador de la MUD en Mariño y Secretario general de AD Mariño.